Con expensas indexadas en un 35 por ciento y un aumento de hasta el 25 por ciento de la morosidad en el pago, los consorcios de copropietarios extreman las medidas de ahorro para poder sobrevivir.
Con expensas indexadas en un 35 por ciento y un aumento de hasta el 25 por ciento de la morosidad en el pago, los consorcios de copropietarios extreman las medidas de ahorro para poder sobrevivir.
La postergación de los trabajos de mantenimiento y la tercerización de los servicios de portería y recolección de residuos, son algunas de las medidas que se toman para bajar los gastos, explican los especialistas.
En el ahogo financiero de los consorcios influye la persistente inflación que desde hace años afecta a la economía, explicó a este diario el especialista en administración de consorcios Eduardo Catalano.
Según Catalano, el encarecimiento de las expensas repercute negativamente en la puntualidad del pago de las mismas y consiguientemente en el aumento de los juicios por el cobro.
“Además, estamos viendo desde hace unos años que cuesta cada vez más llegar a acuerdos de pago en etapa de mediación”, explicó el especialista, que indicó que uno de los temas que más controversias genera es el de los intereses resarcitorios, que hoy oscilan entre el 20 y 40 por ciento.
A su vez, el aumento de la morosidad empuja a los administradores a aplicar intereses punitorios cada vez más altos, llegando en estos momentos a 60 % anual. “Esto pasa porque el consorcio tiene que afrontar los gastos con el 100 % de los recursos y si algún consorcista se retrasa la plata la tienen que poner los otros”, señaló Catalano.
El especialista precisó que en los consorcios con “administraciones más profesionales” la morosidad alcanza al 10 %, en tanto que en aquellos donde no hay tanto seguimiento de los pagos, llega al 25 %.
Alta morosidad
Según un relevamiento de CyGBA (Consultas y Gestiones Buenos Aires), en la actualidad hay 600 mil familias que no tienen sus expensas al día.
“El rubro donde se hacen los mayores recortes es el de mantenimiento”, aseguró Catalano que dijo que “se arregla el caño roto pero después no se hace albañilería ni pintura”.
“Las obras de fondo como pintura de exteriores y cerramientos deben hacerse con una frecuencia de 5 años, pero se postergan hasta 10 años y más”, señaló.
Estos ahorros tienen una contrapartida en el deterioro y envejecimiento prematuro de los edificios y en los riesgos incurridos por la falta de seguridad en balcones y voladizos.
Según Catalano el rubro que más impacta en las expensas es el sueldo y las cargas sociales del encargado, que insumen el 60 por ciento de lo recaudado. “Hoy en día vemos en muchos casos que para bajar ese gasto se prescinde del encargado y se contratan empresas que hacen la limpieza y retiro de residuos”, señaló.
“En algunos casos, incluso, se llega a alquilar la vivienda del encargado”, agregó Catalano, integrante de CyGBA (Consultas y Gestiones Buenos Aires) que señaló que entre los ‘rebusques’ de los consorcios uno de los más conocidos es el alquiler de las terrazas para la instalación de antenas de telefonía
www.cygbasrl.com.ar - OPINE CON CYGBA
No hay comentarios:
Publicar un comentario